El inicio de la temporada, que empieza el domingo, estará marcado por la baja temperatura del agua, consecuencia del deshielo, que es desfavorable para la pesca.

El comienzo de la temporada de pesca en León, el próximo domingo, si las previsiones meteorológicas no se equivocan, vendrá marcado por un día soleado y con temperaturas suaves. A lo largo de toda la Semana Santa las altas temperaturas han incidido en un prematuro deshielo, por lo que los ríos, en general, discurren con las aguas muy frías y canosas, bastante desfavorables para la pesca.

No se salvan de esta situación los ríos regulados, pues los embalses, al límite de seguridad del 90%, están soltando todo el agua que reciben e incluso más; así, el Esla desembalsaba en estos días 50 m3/seg. Cantidad superior a la que acostumbra a desembalsarse en plena temporada de riego. Pescar en estas condiciones resulta muy difícil, pues las truchas apenas tienen actividad y, la poca que tienen, se reduce a escasos minutos en la eclosión del medio día.

En contra de los que muchos aficionados piensan, las aguas muy frías contienen poco oxígeno disuelto y los peces no pueden realizar esfuerzos, como el mantenerse mucho tiempo en las posturas de superficie. Pegadas al fondo, y dispuestas a consumir poca energía, será mucho más difícil conseguir que piquen. Por otra parte, el proceso digestivo se ralentiza y tampoco sentirán la necesidad de alimentarse.

Para el aficionado leonés que conoce la geografía fluvial, la elección del tramo donde pescar resulta más sencilla que para el foráneo.

Si las condiciones no cambian desde hoy viernes al domingo, me atrevo a dar el siguiente consejo: irse al Bierzo donde el régimen de los ríos es mas pluvial que nival o a los ríos que no se alimentan de la Cordillera Cantábrica como el Duerna o el Eria, que suelen pescarse muy bien a comienzos de temporada. Otro río que suele pescarse bien al principio es el Cea, pues hasta que reciba el agua trasvasada del Esla, discurre bien de caudal y, aunque parece un poco canoso, se debe muchas veces al color del cauce y no a la turbidez del agua.

Además, tiene magníficas truchas muy bonitas y peleonas y no suele estar masificado. Este río es más conocido y valorado por los aficionados pucelanos que por los propios leoneses.

La expectación en esta apertura de temporada es grande entre los aficionados que, tras la aplicación de la nueva normativa, todavía siguen en activo. Sin duda que habrá comentarios para todos los gustos ya que la citada normativa ha dividido al colectivo de pescadores entre quienes la consideran beneficiosa y los que piensan que es perjudicial. Lo que sí parece totalmente claro es que los efectos económicos que iba a generar en cuanto al turismo no se han notado, antes bien, ha conseguido reducir el número de visitantes. Para colmo, y en un alarde de poco sentido común, se ha dejado pasar la Semana Santa antes de abrir la veda.

Si el tiempo acompaña, serán numerosos los aficionados que se acerquen a los ríos, aunque sólo sea para llenar de oxígeno los pulmones y disfrutar de los maravillosos paisajes que estos entornos fluviales siguen deparando. Si además se consigue pescar alguna trucha mucho mejor, pero si no es así una buena merienda siempre arregla una mala jornada. Suerte a todos.

Ríos con mucha agua, cormoranes que no quieren emigrar y la Junta que sigue apostando por el turismo. Qué más da abrir en abril que en marzo, pero, bueno, ese es otro tema. Creo que, sin equivocarme mucho, esta semana el Curueño, desde Barrio de Nuestra Señora hasta Pardesivil, es un buen lugar donde poder pescar unas truchas. Aunque baja algo alto se esta estabilizando muy bien. Disfrutad de la jornada.